¡¡¡ bienvendidos miembros del jurado !!! esta web ha sido crada para ser leida por los miembros del jurado del premio del consejo social a los mejores estudiantes erasmus de la universidad rey juan carlos. espero que disfruten de su lectura tanto el excmo. sr. presidente del consejo social como el excmo. vicerrector de relaciones internacionales, al igual que el director del Servicio de Relaciones internacionales y los dos vocales del Consejo social

miércoles, octubre 11, 2006

BRUXELLES

Visitar la ciudad de Bruselas siempre me supone la misma sensación: Nostalgia.
Durante el año 2000 viví en Bruselas con mis tíos Luís y Marcas.
Habiendo terminado el instituto decidí aceptar la invitación de mi tía para irme a vivir con ellos un año antes de entrar en la universidad.
Ese año lo dediqué a aprender francés en la Universitè libre de Bruxelles.
Fue un año extraordinario por muchos aspectos: Conocí mejor a mi familia belga, aprendí un idioma desconocido para mí hasta aquel entonces y viví muchas experiencias enriquecedoras.
Hice amistades muy variadas en los diferentes cursos de francés a los que iba. Solía quedar por un lado con estudiantes Erasmus y por otro con un grupo de amigos árabes. Además de estos amigos algunas veces salía con mis primos y, más habitualmente, con unos amigos belgas que hice en la Ruta Quetzal unos años antes de ir a Bruselas. Por otro lado quedaba para ir al cine ó ir de fiesta con un amigo cubano que siempre se enteraba de dónde eran las mejores fiestas los fines de semana.
También solía quedar con Jesús Fonseca, el que fue corresponsal de Televisión Española en Bruselas, de vez en cuando me llamaba para quedar a comer en el centro, para que le acompañase a grabar alguna noticia fuera de Bruselas o para ir a alguna fiesta de postín. Jesús me enseñó el aspecto más elitista y burocrático de Bruselas.
Para mí Bruselas siempre ha representado una ciudad multicultural y cosmopolita. Una ciudad abierta a todo tipo de ideas y de gentes donde me he encontrado muy a gusto y donde he conocido gente interesantísima.
Conocer esta ciudad en profundidad y tener almacenados tantos buenos recuerdos unidos a ella me hace sentirme libre y cómodo en una ciudad que para mí tiene un significado muy especial.

Las rutinas de bruselas

Hay ciertas rutinas que no puedo evitar hacer cada vez que llego a Bruselas.
La primera e imprescindible es tomarme una cerveza especial belga que tiene un sabor a cereza llamada kriek con alguno de mis primos. Esta vez me la tomé con Luís, que tras recogerme del autobús que me llevó del aeropuerto al centro nos fuimos a tomar un vaso, como dicen los franceses, y a charlar un rato.
Otras rutinas son el típico paseo por las “Galeries Royales Saint-Hubert, y sus calles adyacentes llenas de terrazas para comer o cenar, la Grande Place con su mercado de flores los domingos, la Bourse que es el punto de encuentro de los bruxelois, “le Grand et le Petit Sablon, la Cathedrale, le Palais Royal, le Parc de Bruxelles”. Una rutina para mí es observar el edificio “Old England”, uno de los más bellos de Bruselas para mi gusto y bajar andando desde allí hasta el centro.
Si tengo tiempo me gusta pasear por los parques de Bruselas. Siempre, tenga tiempo o no, hago lo posible por cumplir una rutina que no puede faltar: ir a tomar un café y jugar una partida de ajedrez en la “Taberna Greenwich”. Este lugar es un club de ajedrez siempre activo dentro de una amplia cafetería decorada en madera y cristales donde la mayoría de la gente está leyendo o jugando al ajedrez y donde yo pasé muchas tardes cuando vivía en Bruselas.
La última, pero no por eso menos importante de mis rutinas en Bruselas, es visitar su museo aeronáutico.