¡¡¡ bienvendidos miembros del jurado !!! esta web ha sido crada para ser leida por los miembros del jurado del premio del consejo social a los mejores estudiantes erasmus de la universidad rey juan carlos. espero que disfruten de su lectura tanto el excmo. sr. presidente del consejo social como el excmo. vicerrector de relaciones internacionales, al igual que el director del Servicio de Relaciones internacionales y los dos vocales del Consejo social

miércoles, octubre 11, 2006

KREMS: Mi nueva ciudad.

Krems is located in Lower Austria, on the River Danube, one tour from Viena, the capital of Austria.
Krems, with its 25.000 inabitants, looks back on a more than 1000-year old history and is famous for its wine-growing industry.
It is the door to the Wachau, one of Austia´s most wll-know wine-growing areas, listed by UNESCO as a World cultural heritage site.
Krems provides students with a rich choice of activities for mind, body and soul.
It offer students a lot of cultural and leisure activities what is the best to feel comfortable and an important balance to periods of concentrated study. It is one of Austria´s most charming cities and offers a picturesque landscape and is a host of historical and cultural treasures.
There are several museums in Krems that together with Lower Austria´s Danube Festival and the Wachau Film Festival attract many thousands of visitors every year.
On the one hand, Krems is romantic charm city and on the other it is innovative, internacional and very haspitable, providing wonderful contrast that combine to create a particularly harmonious city.
Krems offers a variety of interesting leisure activities.
It is possible to go with friends to different bars and cafes of the old city or local historic inns.
The wonderful local countryside simple invites a number of outdoor activities, such as jogging, cycling or water sports.
Students find almost everything to entertain ourselves, such as a cinema that features films in English, an ice-skating rink, a few fitness centres, tennis courts, a soccer club, a swimming area, a rock- climbing resort, and a mini golf . Besides this, we have in Krems the possibility to enjoy the walkway next to the Danube for skating, bike riding or just walking.
Viena is only one tour away by train and many other places in the near surroundings are Word seeing, such as the Abbey of Göttweig or the Monastery of Melk.
For weekends it is a very interesting idea for students to go by car or by train to the near cities of Graz, Salzbourg, Linz or even some cities of neighbouring countries as Budapest, Bratislava, Prague or Venice.

Mi amiga Krems...

Hace apenas un año no nos conocíamos.
Me hablaron de ella y empezó a gustarme. Todos contaban cosas bonitas sobre aquella pequeña ciudad situada al lado del Danubio.
Decían los que habían vivido allí que es una ciudad tranquila pero muy divertida, pausada pero siempre activa, y elegante sin ser presuntuosa.
A mí me gustan mucho ese tipo de ciudades, así que decidí buscar fotos suyas en Internet, descargué un video sobre la ciudad y leí todo cuanto pude de ella.
Fue entonces cuando empecé a sentir la necesidad de conocerla.
Descubrí que era una ciudad antigua, sabia y al mismo tiempo moderna. Guardaba el señorío de tiempos pasados y es un símbolo de modernidad para sus vecinos.
Debo confesar que lo que más me gustó fue su situación, rodeada de viñedos y montañas, con una Abadía, al lado del Danubio y a una hora de Viena.
El corazón de Krems es la calle peatonal Landestrasse. Éste es un paseo amplio, lleno de tiendas, restaurantes y cafeterías, que sirve de acceso tanto al ayuntamiento, las iglesias como a la estación de tren. Hay que cruzar la puerta de la ciudad, la Steiner Tor, para salir de ella, y uno aparece enfrente del gran café Ülrich. Cruzando la calle se llega al Stadtpark o parque de la ciudad, rodeado de elegantes palacetes.
Me encantan los grandes parques en las ciudades porque me gusta mucho el contacto con la naturaleza, un contacto que en Krems lo tenía a diario. Desde mi ventana se veía una montaña llena de viñedos y cada vez que me apetecía podía ir dando un corto paseo al Danubio, ir a correr por el parque de la cuidad o subirme con el coche a la montaña y sentarme en un banco a leer un libro o escuchar música, mientras observaba desde lo alto aquella ciudad, que poco a poco se fue convirtiendo en un símbolo de una parte muy importante de mi vida.
Las ciudades en las que uno ha vivido pasan a simbolizar algo y a provocar sentimientos.
A mí me sucede eso con las ciudades a las que he ido a estudiar: Bruselas, Coimbra, Siena y, ahora, Krems.
Son ciudades a las que uno llega desorientado, se instala y empieza a descubrir poco a poco. Pasado el tiempo surge una especie de complicidad con aquella ciudad de la que cada rincón te evoca un recuerdo.
Cada ciudad simboliza algo diferente. Krems lo que significa para mí es la simbiosis perfecta entre aprendizaje y diversión. Disfrutar de la vida mientras vas cumpliendo grandes objetivos. La sensación de aprovechar el tiempo al máximo y sacarle a cada día lo mejor de sí. En Krems he vivido muy intensamente, siendo muy feliz y compartiendo grandes momentos con buenos amigos.
Por eso estoy muy agradecido a esta ciudad, porque ha sido el escenario en el que se han desarrollado algunos de los episodios más bonitos de mi vida. Me ha permitido disfrutar del día a día y éste es el motivo por el que digo que Krems es para mí una ciudad amiga, porque me acuerdo mucho de lo vivido en ella y porque tengo el deseo de volver a visitarla, al igual que me sucede con los buenos amigos que allí conocí.